7 de Enero de 2011 - 09:10:01 - Pedro García Luaces - 0 comentarios
El 7 de enero de 1536 moría Catalina de Aragón, la que fuera reina consorte de Inglaterra y primera mujer de Enrique VIII. Catalina era la hija menor de los Reyes Católicos, la favorita de su madre Isabel, con quien guardaba gran parecido en gracia, inteligencia y viveza. Su aspecto recordaba más a su bisabuela, Catalina de Lancaster: la piel blanca de porcelana, los ojos de color marrón claro, el pelo rojizo. Pero en ella la gélida estampa inglesa se encendía con los atributos de su madre. Cuando los Reyes Católicos la comprometieron con el príncipe Arturo de Inglaterra el pueblo inglés la acogió con entusiasmo. El tímido Arturo no cabía de gozo con su encantadora esposa. Poco habría de durarle. Apenas unos meses después de casados una epidemia los dejó postrados con fiebres. Catalina, más fuerte, pudo sobrevivir para quedar viuda a los dieciséis años.
Para no romper la alianza con España, Enrique VII casó a la viuda con su otro hijo, de nombre Enrique, enlace que se consumó cuando el joven, rubio y apuesto, cumplió los dieciocho años y llegó al trono. Catalina se entregó en cuerpo y alma pero Enrique no renunció a los devaneos con sus amantes, costumbre que fue creciendo a medida que aumentaba su obsesión por tener un hijo varón, que la Reina no le daba. Y es que Catalina tuvo mala suerte como madre; de seis partos sólo uno llegó al año de vida, el de la heredera María Tudor, la última reina católica de Inglaterra, que sería también regente de España. Mientras, a Enrique le crecía una nueva obsesión: Ana Bolena, hermana de una de sus amantes, que tenía la extraña y fascinante manía de no entregar sus favores sin pasar por la vicaría. Enrique, poco acostumbrado al rechazo, enloquecía por Bolena y solicitó al Papa la anulación de su matrimonio. Clemente VII no se atrevió a agraviar así a los Reyes Católicos y puso como condición que la propia Catalina consintiese, lo que convirtió a la pobre reina en el centro de presiones insoportables, urdidas por la pareja y toda la corte inglesa. Catalina sobrellevó un insoportable acoso con la dignidad de una reina. Abrigada en sus convicciones, su resistencia llegó a dividir a la sociedad inglesa. Finalmente, exhausta y probablemente envenenada, moría sin haber cedido un ápice a los chantajes. Su marido había tenido que romper con la Iglesia de Roma para obtener su divorcio, creando así la Iglesia anglicana.
Otras efemérides de este día que deberías conocer:
891: Nace en Córdoba Abderramán III, que instaurará el califato.
1610: Galileo Galilei descubre con su telescopio las cuatro lunas más grandes de Júpiter.
1908: Se aprueba la Ley de Escuadra para reconstruir la Armada con acorazados.
1936: Niceto Alcalá Zamora convoca elecciones para el 16 de febrero. Las ganará el Frente Popular y serán las últimas antes de la Guerra Civil.
1979: En Camboya, fuerzas vietnamitas ocupan la capital Phnom Penh, con la ayuda de camboyanos opuestos a la dictadura de Pol Pot.
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