23 de Enero de 2011 - 09:10:01 - Pedro García Luaces - 0 comentarios
El 23 de enero de 1989 moría en Figueres el pintor surrealista Salvador Dalí. Además de un genial pintor, Dalí fue un personaje provocador e incapaz de pasar inadvertido. «Jugando a ser genio llega uno a serlo», decía ya en su niñez. Para algunos la excentricidad del genio bordeaba la locura, aunque él rechazaba la posibilidad: «La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco». De familia acomodada y convencional, pronto demostró sus dotes de niño prodigio, pintándose a la edad de diez años en un cuadro que tituló El niño enfermo. Su precocidad es extraordinaria, ya que pasó en sus obras de adolescencia del impresionismo al cubismo antes de alcanzar la mayoría de edad.
Trasladado a Madrid se matriculó en Bellas Artes en la Escuela de San Fernando, de la que sería expulsado en dos ocasiones. En Madrid traba amistad con Federico García Lorca y Luis Buñuel, con quien colabora en algunos ensayos cinematográficos como el inclasificable El perro andaluz. Dalí es ya un personaje estrafalario que viste con capa, sujeta sus largas guedejas con una redecilla y gasta un fino y singular bigotillo.
En 1928 se instala en París, donde entra a formar parte del movimiento surrealista que lidera André Breton. Ambos egos chocan de manera evidente. En París conocerá a su gran musa y compañera Helena Diakonova, más conocida como Gala, casada entonces con el poeta surrealista Paul Éluard. En esta época pintará sus cuadros más reconocidos, como el famoso Persistencia de la memoria, de 1931, donde unos relojes parecen derretirse. En 1934 viajará con su compañera a Estados Unidos, donde gozará de gran reconocimiento y libertad artística, pudiendo trabajar en el cine, la ópera, el ballet y el teatro.
Para muchos el artista se agotó pronto y dejó paso al personaje, sobrado de cualidades para mantener su oneroso ritmo de vida. Su periplo vital fue, en definitiva, una libre persecución de sí mismo. Dalí lo dejaría escrito a su peculiar y egocéntrica manera: «A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí».
Otras efemérides de este día:
1516: Muere Fernando el Católico y Cisneros ejerce de regente provisional.
1677: Juan José de Austria y Carlos II se encuentran por fin en el Buen Retiro y permanecerán juntos hasta la muerte del primero.
1911: La Academia de Ciencias de París rechaza, por un voto, la entrada de María Curie.
1923: Tras dieciocho meses de negociación y no pocas concesiones, se logra el rescate de los prisioneros de Annual.
1960: El batiscafo Trieste toca el fondo del Pacífico, 10.900 metros en la Fosa de las Marianas.
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