7 de Marzo de 2011 - 09:10:01 - Pedro García Luaces - 0 comentarios
El 7 de marzo de 1820 Fernando VII juraba la Constitución de Cádiz. «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional», había dicho el monarca reinventándose. Claro que dos meses antes el general Riego había conseguido hacer triunfar un amago de alzamiento liberal que el Rey, lejos de combatir, quiso de pronto liderar.
Cuando al fin de la guerra se anunció la llegada de «El Deseado», los liberales se habían trasladado de Cádiz a Madrid y esperaban ansiosos la llegada del Rey, a quien pretendían ofrecerle un régimen constitucional coronado. Fernando, que pronto olvidaba, demoró su llegada a la capital, visitó Zaragoza y se entretuvo por el Levante dándose un baño de masas y recibiendo el llamado «manifiesto de los persas», que pedía el regreso a un absolutismo con matices. Su entrada en Madrid fue apoteósica. La multitud, presa del entusiasmo, desenganchó los caballos y se puso a tirar del carruaje. Al constatar que no le faltaban apoyos, Fernando derogó la Constitución, declaró «nulos y de ningún valor» sus decretos y mandó perseguir a los liberales, pretendiendo que aquellos seis años de ausencia se eliminasen de la historia y de la memoria colectiva.
Pero este pueril deseo era del todo inviable. La guerra había generado una situación diferente y aunque todos deseaban el regreso del Rey, eran muchos quienes rechazaban la vuelta al régimen anterior. Los milicianos y los campesinos eran un claro ejemplo de ello. Por otro lado estaban los comerciantes, que apostaban por un régimen liberal en busca de una recuperación económica. Y a todos ellos potenciaban y lideraban los liberales ideológicos, que no aceptaban el absolutismo por una cuestión básica de principios. Antes de triunfar Riego, lo intentaron y fracasaron Espoz y Mina, Porlier y Lacy. El del general Riego en Cabezas de San Juan no fue el golpe más brillante, de hecho fracasó en su intento de tomar Cádiz, pero no llegó a ser sofocado y provocó una sucesión de pequeños levantamientos.
Al acatar la Constitución de 1812, Fernando VII iniciaba el Trienio Liberal. Luego vendría la Década Ominosa. Al Rey le faltaron convicciones para imponer un modelo. Lo cierto es que para unos será un monarca absolutista, mientras que para otros dejaría abierta la puerta al liberalismo.
Otras efemérides de este día:
1274: Fallece Santo Tomás de Aquino en una aldea de Roma.
1452: Reconquista del reino de Murcia en la batalla de Alporchones.
1505: Leyes de Toro, que actualizan el corpus legislativo de Castilla.
1936: Hitler ocupa la zona desmilitarizada de Renania, primer paso hacia la remilitarización.
1966: El ministro Manuel Fraga se baña en la playa de Palomares para demostrar que no existe peligro de radioactividad.
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