15 de Marzo de 2011 - 09:10:13 - Pedro García Luaces - 10 comentarios
El 15 de marzo de 1493 Cristóbal Colón desembarcaba en el puerto onubense de Palos, de regreso de su gran aventura transoceánica. Quiere un gran recibimiento y ha enviado cartas al escribano real, Luis de Santángel, al tesorero aragonés, Gabriel Sánchez, y a los propios Reyes Católicos. Colón, que demuestra dotes de avezado publicista, quiere manejar los tiempos con inteligencia. Primero, que suene la noticia y se divulgue. Después, que su presencia la magnifique. Las cartas de Colón lograron una divulgación inusitada, llegando a considerarse el primer noticiario en castellano que recorría el mundo.
Colón debe atravesar la Península para reunirse con los Reyes en Barcelona. Les lleva oro y perlas, especias, aves exóticas y siete indígenas como prueba palpable de su descubrimiento. Los Reyes le recibieron con todos los honores y le mandaron sentar frente a ellos, dignidad reservada para muy contados invitados. Colón jugó bien sus bazas. Hiló un relato vibrante del descubrimiento, mostró sus papagayos de colores, dio a probar especias picantes y, como colofón, presentó a los aborígenes, de quienes dijo eran pacíficos y susceptibles de ser cristianizados, cuestión que prendió la atención de la Reina Católica.
El 20 de mayo le concedieron escudo de armas para que su noble linaje pudiera perpetuarse. A sus hijos Diego y Hernando les dieron asilo en la corte como pajes del infante don Juan, y en las procesiones que dieron festejo al descubrimiento Colón cabalgó junto a los Reyes. Al almirante le otorgaron grandes privilegios, o más bien le confirmaron aquellos que se firmaron en las Capitulaciones de Santa Fe y que seguramente entonces no pensaban cumplir. Fue nombrado virrey con plena jurisdicción en las Indias, siendo el cargo hereditario y extensible a todo nuevo descubrimiento. Tantas mercedes en tan poco tiempo crearon ciertas suspicacias en la corte y con el tiempo se volverían contra Colón, que siendo un excelente marino y un temerario aventurero, quizás no reunía las mejores capacidades para gobernar un nuevo reino. De momento, Castilla preparaba una gran flota para que su almirante surcase de nuevos las aguas del Nuevo Mundo.
Otras efemérides de este día:
1497: El Gran Capitán es recibido triunfalmente en Roma durante la guerra entre Francia y España.
1763: Muere Pedro Shaw, considerado apóstol de la química inglesa.
1917: El zar Nicolás II abdica en su hermano en el preludio de la revolución.
1924: El rey de Italia nombra a D’Annunzio príncipe de Montenevoso.
1966: Ley Fraga de Prensa e Imprenta.
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