16 de Abril de 2011 - 09:10:01 - Pedro García Luaces - 0 comentarios
El 16 de abril de 1581 el monarca Felipe II era coronado rey de Portugal en las Cortes de Tomar. Hacía ya un año que las opciones del infante don Antonio, prior de Crato, habían caído bajo la espada del duque de Alba en la batalla de Alcántara. Había sido una resistencia menor, incluso cuando un año después el prior trataba de desembarcar en las Azores ayudado por una flota de hugonotes franceses. El marqués de Santa Cruz había repelido con solvencia la agresión en la última gran victoria naval de España antes del desastre de la Gran Armada. El prior, muy desprestigiado tras una nueva derrota, se instaló en París y no volvió a reclamar sus derechos.
En definitiva, habían sido sólo cuatro meses de oposición que Felipe había zanjado de modo jactancioso, diciendo del nuevo reino que anexionaba: «Lo heredé, lo compré, lo conquisté». En efecto, el rey español había tenido que remover sus arcas para conseguir el apoyo mayoritario de la nobleza. Sin embargo, no era exactamente una anexión. Portugal no quedaba anexionado a Castilla, como muchos portugueses temían, sino que ambos reinos quedaban unidos por lazos dinásticos. Portugal conservaba sus instituciones y Felipe juró y cumplió que ningún castellano ocuparía lugar de relevancia en ninguna de ellas.
Portugal y España tenían dos claros frentes comunes, la expansión en el Nuevo Mundo y el fortalecimiento del ideal cristiano que ambos compartían. En cualquier caso, Felipe II ganaba más con la incorporación de Portugal que los portugueses bajo su mando. Lograba un comercio más rico con la incorporación de las rutas orientales y lograba una mejor defensa del Atlántico gracias a las Azores. También mejoraba sus perspectivas respecto a los insurgentes de los Países Bajos, a quienes podían llegar a bloquear comercialmente.
Sin embargo, era evidente que el reino portugués perdía empaque en la suma de reinos que gobernaba Felipe y que, a la larga, quedaría relegado a provincia, como de hecho, así fue. Tampoco era fácil olvidar que habían sido invadidos y dominados por la fuerza de las armas. Voces tan preclaras como Santa Teresa de Jesús advirtieron de este peligro. La unión que se iniciaba en las Cortes de Tomar duraría cerca de sesenta años. Y era notorio que no podía haber durado más.
Otras efemérides de este día:
1340: Abu-I-Hassan venga la muerte de Abd-el Malik y pone sitio a Tarifa. Muere Jofré Tenorio y los musulmanes dominan el Estrecho.
1622: El cardenal Richelieu es nombrado primer ministro de Francia, cargo que ejerció bajo los reinados de Luis XIII y Luis XIV.
1830: Héctor Berlioz finaliza la Sinfonía Fantástica.
1943: El doctor Albert Hofmann descubre los efectos psicodélicos de la droga LSD.
1945: El Gobierno español nacionaliza la Compañía Telefónica, propiedad de la ITT Corporation de Nueva York.
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