12 de Abril de 2011 - 09:10:01 - Pedro García Luaces - 2 comentarios
El primer Pacto de Familia entre España y Francia se firmó en 1733, reinando en ambos países los Borbones: Felipe V y Luis XV. El último fue ratificado en 1761 por Carlos III. El sentido esencial de esos pactos se resume en la frase «quien ataca a una corona, ataca a la otra». No se podía incluir en las alianzas de cada uno ninguna nación en que no reinara la casa de Borbón: sólo en 1761 se incorporó Felipe I de Parma, por parentesco y por la parte española. Si alguno de los dos países entraba en guerra con un tercero, podía requerir ayuda militar al otro, dentro de unos límites especificados en número de navíos y de hombres. Españoles en Francia y franceses en España quedaban al margen de las leyes de residencia y de los impuestos al comercio y la sucesión, que se cargarán a los extranjeros en cada caso. Lo mismo ocurriría con los parmesanos tras su inclusión en los acuerdos. Esto permitía a cada súbdito individualmente servir de manera indistinta en los ejércitos español o francés. Así como las dos potencias actuarían de acuerdo en situación de guerra, los tratados de paz con enemigos comunes debían negociarse en conjunto. Este pacto fue firmado por Carlos III en San Ildefonso y por Luis XV en Versalles, y fue revisado en 1768, siete años más tarde, para ampliar aspectos ligados a la navegación y el comercio de ultramar.
El Tratado de Aranjuez de 1779 fue una renovación del pacto anterior, por el propósito de Carlos III de intervenir en la Guerra de Independencia de Estados Unidos para recuperar de Inglaterra Menorca, Gibraltar y Florida. El proyecto final, no explícito en el texto del tratado, era, una vez vencida Inglaterra por los americanos, invadirla en un momento de especial debilidad. Pero eso, como es sabido, jamás llegó a ocurrir. Ciertamente, Menorca y Florida volvieron a los dominios españoles, pero poco más. Francia pretendía expulsar a los británicos de Terranova, obtener libertad de comercio en la India y desplazar a los ingleses de Senegal, cosa que no lograría hasta mediados del siglo xix.
Otras efemérides de este día:
580: Consagración de la iglesia toledana de Santa María, núcleo espiritual del reino.
1204: La Cuarta Cruzada, proclamada por Inocencio III, logra conquistar Constantinopla.
1904: Apuñalamiento de Antonio Maura, que logra sobrevivir.
1931: Elecciones municipales que darán paso a la Segunda República.
1961: El soviético Yuri Gagarin se convierte en el primer hombre lanzado al espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario